Aceite
de
Oliva
Virgen
Extra

El aceite de oliva virgen extra es considerado el mejor de entre las variedades de aceites de oliva existentes. Es el único aceite que se extrae de una fruta fresca de forma totalmente natural. Sus propiedades y características organolépticas le hacen un elemento imprescindible para todas las comidas.

Lo que hace que el aceite Bellina Oliva Virgen Extra sea una marca con un gran prestigio son sus excelentes materias primas, su proceso de elaboración llevado a cabo de la forma más natural cuidando hasta el último detalle, los beneficios únicos para la salud… Pero sobre todo, su baja acidez le hace único, proporcionando al aceite un exquisito e inmejorable sabor. Lo mejor de la dieta mediterránea, el oro líquido de la mayor calidad, en tu mesa para transformar cada una de tus comidas en un momento único.

El
Olivar

Todo comienza en los olivares, la combinación de olivicultura sostenible y ecológica, tradición y tecnología hace que Bellina produzca el mejor aceite de una forma respetuosa con medio ambiente y con los mejores resultados. Las aceitunas se recolectan de los olivares a finales de otoño o comienzos de invierno, escogiendo el instante en el que las aceitunas tienen su máximo nivel de ácidos grasos en la pulpa de la oliva, y por tanto las mejores propiedades.

De entre los sistemas de recolección, Bellina procesa aquel que ocasiona menos daño a las aceitunas, para evitar el deterioro. Para llevar esto a cabo se han trasladado los hábitos tradicionales de recolección manual hasta la tecnología más desarrollada que mejora el proceso y las garantías. Una vez recolectadas, las aceitunas se limpian y criban, eliminando residuos como hojas, tallos, tierra o pequeñas piedras. Posteriormente se lavan con agua fría para eliminar otras impurezas como polvo, barro, restos posibles de herbicidas.

Finalmente se almacenan en pequeñas pilas a la espera de ser transportadas hasta la almazara donde se obtendrá el aceite. Durante todo el proceso se lleva a cabo un control exhaustivo de las materias primas para conseguir la mayor calidad posible en procesos posteriores.

La fabricación
del aceite se basa
en 6 fases

1.- Recepción y selección

Cuando las aceitunas han sido recolectadas; en la almazara se comprueba que las defectuosas vengan separadas de las aceitunas sanas, para así proceder a su control de entrada por las diferentes líneas.

2.- Limpieza, lavado y pesada

Seguidamente, la aceituna ha de pasar por la etapa de la limpieza para eliminar las hojas, tallos o todo aquello que pudiera traer, empleándose para ello ventiladores de aire. Una vez limpia, se procede a la pesada y a la toma de muestras para realizar los análisis pertinentes. A continuación se lavan las aceitunas con agua potable para eliminar posibles piedras o barro. Este paso no se llevaría a cabo si son recogidas del árbol directamente.

3.- La Molienda

Una vez que la aceituna ya está limpia y lavada, no debe permanecer más de 48 horas sin moler ya que podría fermentar y afectaría a la calidad del aceite. La molienda consiste en triturar y romper la aceituna entera para facilitar la salida y separación del aceite. Para este proceso existen dos métodos: Molino de muelas de piedra en forma de conos. Trituradores metálicos que pueden ser de martillos de cilindros estriados o de discos dentados.

4.- El batido

La masa de la aceituna que se ha obtenido de la molienda se bate para favorecer la salida del aceite. Las gotas de aceite se van almacenando para formar una fase oleosa que será más fácil separarla de la fase acuosa y de la fase sólida. En este batido, la temperatura deberá estar por debajo de los 30ºC para que no se pierdan los compuestos aromáticos y no se aceleren los procesos de oxidación.

5.- La conservación

Es muy importante que las condiciones de conservación del aceite una vez obtenido sean óptimas para que no pierda ninguna de sus cualidades. Las almazaras cuentan con la temperatura idónea, poca luminosidad, aislamiento y depósitos cerrados con griferías y tuberías de acero inoxidable (para que el aceite no sea contaminado con olores o sabores contaminados).

6.- Separación de fases

Para separar el aceite de la fase acuosa (alpechín) y de la fase sólida (orujo) se emplean los siguientes métodos: Por presión o sistema de prensas: se vuelca la masa sobre unos discos grandes de coco y poliéster trenzadas, llamados capachos, donde se coloca la masa de la aceituna. Apilan los capachos unos encima de otros introduciendo discos planos a ciertas alturas para equilibrar la pila y mejorar la presión. Los disponen bajo la prensa y los presionan. De esta forma se recoge, por un lado, el orujo bastante seco y por otro una mezcla de aceite y agua que se recoge en pozuelos de decantación donde, para separar la fase oleosa (aceite) de la fase acuosa, con restos de partículas sólidas, se deja reposar. De esta forma el aceite limpio flotará encima del agua y de las partículas sólidas, por tener menor densidad. Este método requiere mucha limpieza y mano de obra, por lo que ha propiciado su abandono y desuso. Por centrifugación o sistema continuo: este sistema consiste en introducir la masa de aceituna en un cilindro horizontal y hacerla girar a gran velocidad. En ausencia de aire, y a lo largo del trayecto del cilindro, se consigue la separación, por diferencia de su densidad, del orujo, el agua y el aceite. Este cilindro horizontal, donde se introduce la masa de aceituna, es conocido como centrífuga horizontal, y dependiendo del número de fases que se quieran obtener encontraremos: 1.- Sistema continuo de tres fases. Se introduce un poco de agua del exterior para incrementar la fase acuosa y facilitar la separación del aceite. Se consume más agua y se produce más alpechín. 2.- Sistema continuo de dos fases. No se adiciona agua del exterior, por lo tanto el volumen de la fase acuosa o alpechín generado es casi nulo, de ahí que se le conozca también como sistema ecológico.